Logramos llegar por los pelos a la última semana del mes después de pagar todas las facturas y gastos habituales, apurando al máximo nuestro sueldo de mileurista y rezando para que un nuevo imprevisto no aparezca. Pero de golpe, y justo una semana antes de que nos ingresen nuestra tan deseada nómina, nuestro coche se avería, resultando en una cara factura que obviamente no podemos pagar. Una situación que nos pone entre la espada y la pared ya que necesitamos nuestro vehículo, al fin y al cabo, se trata de nuestro único medio de transporte y dependemos de él para ir a trabajar. ¿Qué hacemos para resolver la situación?
Bien, si este tipo de situaciones te es familiar, tranquilo, no estás solo. Ya que por desgracia, este tipo de circunstancias son más habituales de lo que a muchos nos gustaría. La cuestión y problema principal es que necesitamos dinero y lo necesitamos al momento; no podemos esperar a ir al banco y pasar largos procesos y comprobaciones que pueden llegar a durar días para que finalmente, después de tanta espera, acaben por denegarnos el préstamo. Pero tenemos una buena noticia para ti, ya que por suerte, existen los micropréstamos, la solución perfecta para este tipo de imprevistos.
Se nos rompe el frigorífico o la lavadora, debemos pagar el material escolar y los libros de nuestros hijos para el nuevo curso escolar, necesitamos ir al dentista para arrancarnos esa muela que tanto dolor nos produce… Todos estos problemas tienen dos cosas en común: son urgentes y necesitan dinero para resolverse. Pero la cruda realidad es que no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener unos ahorros bien guardados para este tipo de imprevistos. La mayoría de los mortales apenas podemos llegar a final de mes, con lo que si uno de estos problemas aparece de repente, nos resulta imposible contar con la liquidez necesaria para resolverlo.
Bien es cierto que tu banco de toda la vida puede concederte un préstamo para resolver estas situaciones, pero muchas veces los procesos y papeleo por los que se debe pasar antes de que se te conceda dicho dinero son pesados y largos, lo que los convierte en recursos poco efectivos para resolver problemas urgentes de este tipo. Por otra parte, cuando se trata de comprar una caldera nueva o un frigorífico, muchas tiendas financian las compras, no sin antes comprobar tu liquidez y nómina. Esto provoca que en ocasiones, si tu cuenta corriente no les parece lo suficientemente solvente, acaban por rechazar tu solicitud quedándote como estabas: sin oficio ni beneficio.
Estamos seguros de que tú también te has visto en una de estas situaciones, y es que resulta enormemente complicado llegar a todo cuando tan solo cuentas con un sueldo de mileurista y tus meses están repletos de facturas y pequeños gastos que hacen que tu pobre nómina desaparezca antes de llegar a final de mes. Pero por fortuna, hace ya unos años aterrizó un nuevo producto financiero en nuestro país que está revolucionando por completo la forma en la que solicitamos estos pequeños préstamos dirigidos a gastos puntuales y urgentes: los microcréditos.
Sabemos que a estas alturas te estarás preguntando… ¿de verdad son tan efectivos este tipo de préstamos? La realidad es que sí, ya que los microcréditos se han convertido en la solución perfecta y la salvación de miles de personas que no pueden hacer frente a los gastos inesperados. Por si aún tienes dudas, estas son las principales ventajas de los micropréstamos: