Necesitas dinero urgente pero no quieres comprometer tu patrimonio, ni endeudar a ningún amigo o familiar. ¿La solución? Los préstamos sin aval que te permiten acceder a pequeños importes de dinero.
Los términos «aval» y «garantía» se usan muchas veces como sinónimos de forma errónea, ya que no tienen el mismo significado. A continuación, veremos cuál es la definición de cada uno de los conceptos y de qué manera podemos ver y entender cómo se aplican ambos términos con los préstamos personales:
El aval es una persona que se encarga de la deuda con todas las responsabilidades y consecuencias, mientras que la garantía es un bien material que puede servir como pago en caso de incumplimiento del contrato.
Estos son los requisitos más comunes entre las financieras a la hora de tramitar un préstamo sin aval:
La cantidad habitual que podremos conseguir a través de los mini préstamos online es de 300 euros a devolver en 30 días. En los casos en los que necesitemos sumas elevadas de dinero, podremos recurrir a los préstamos personales sin aval que nos ofrecen hasta 40.000 euros a devolver en 72 meses. En cualquier caso, el importe máximo de crédito que podemos conseguir en un tipo de financiación sin aval, dependerá de factores como nuestra situación financiera, la política de riesgos del prestamista y las promociones activas en cada momento.
Para conseguir un préstamo sin aval cuando no disponemos de nómina es necesario que contemos con una fuente alternativa de ingresos regulares, que nos permita asegurar que no tendremos problemas a la hora de devolver el crédito. En el caso de que seamos pensionistas, autónomos o parados con prestación, con ingresos suficientes y regulares podremos acceder a una financiación sin aval, aunque no tengamos nómina.
Para solucionar nuestros problemas económicos cuando figuramos en un listado de morosos, podemos acudir a las entidades financieras especializadas en créditos con ASNEF. En ellas normalmente encontraremos mini préstamos sin aval a los que tendremos acceso si cumplimos con las siguientes condiciones:
1. No tener deudas bancarias o financieras.
2. Que el importe de la deuda por la que estamos en ASNEF no supere la cantidad máxima fijada por el prestamista (no se permiten deudas superiores a 1.000 euros, aunque el importe de esta cantidad es diferente en cada compañía según su política de riesgos).
De manera general, no tendremos problemas para conseguir la aprobación de nuestro préstamo sin aval si aportamos las garantías necesarias de reembolso del dinero. En todo caso, los préstamos sin aval cuando estamos en ASNEF nos ofrecen cantidades bajas de dinero.
En el caso de que necesitemos financiación de cantidades más elevadas, la solución pasará por otro tipo de préstamos como pueden ser los préstamos con el coche como aval, en los que la empresa nos da la posibilidad de seguir utilizando el coche y además nos da algo de dinero, o los préstamos con garantía hipotecaria utilizados normalmente para la reunificación de deudas con hipoteca.