Durante los últimos años, los micropréstamos se han convertido en uno de los productos de financiación más populares, tanto por su rapidez de concesión como por las otras muchas ventajas que ofrecen. Básicamente, los micropréstamos son préstamos no bancarios de pequeño importe que se aprueban e ingresan en cuestión de minutos y se devuelven en un plazo generalmente corto, que no suele superar los 30 días. Como la cantidad de dinero que ofrecen es baja (unos 1.000 € como máximo) y se reembolsan a corto plazo, los micropréstamos están especialmente diseñados para cubrir pequeñas necesidades puntuales como pagar facturas y multas o reparar averías.
Otra particularidad de micropréstamos es que se tramitan íntegramente online y no se necesita tanto papeleo para contratarlos. Como los requisitos que exigen las empresas de micropréstamos son más flexibles que los de las entidades bancarias, no suelen pedir tanta documentación y son capaces de emitir una respuesta prácticamente al instante, así que es posible conseguir el micro préstamo solicitado en 15 minutos o menos.
En cuanto al precio, los micropréstamos suelen tener un interés mucho más elevado que el del resto de créditos. En general, sobre estos productos se aplica un interés que ronda el 1 % diario y una TAE que puede llegar a superar el 3.000 %. Sin embargo, debemos recordar que los microcréditos son productos con un plazo de devolución muy corto, por lo que la TAE, una tasa anual, no es un indicador que nos sirva para determinar su coste.
Como hemos dicho, los micropréstamos están especialmente diseñados para solucionar pequeñas urgencias que requieren de una respuesta prácticamente instantánea y no para financiar grandes proyectos como podría ser la compra de un coche o la reforma del hogar. Estos productos se pueden utilizar para cualquier finalidad (no es necesario presentar justificante), aunque en general los micropréstamos se contratan para hacer frente a las siguientes situaciones: pago de facturas, pago de multas, reparación de averías, compras en épocas de mucho gasto… Sin embargo, no es recomendable usar micropréstamos de manera regular, ya que su precio es mucho más alto que el de los otros préstamos. Si queremos financiar proyectos de mayor envergadura, es aconsejable recurrir a los préstamos personales que ofrecen las entidades bancarias.
El proceso de solicitud de los micropréstamos es sencillo, rápido y sin apenas papeleos, aunque se puede demorar si no tenemos en cuenta varios factores. Recuerda que se hace todo desde casa, con tu ordenador o teléfono móvil y una buena conexión a Internet. Sin complicaciones. Pero, si queremos obtener la financiación que necesitamos en 15 minutos o menos, deberemos seguir los pasos que se indican a continuación:
Tras dar nuestro consentimiento, la empresa transferirá el dinero del micropréstamo al instante y lo recibiremos en nuestra cuenta corriente en unos 10 o 15 minutos. Sin embargo, si la empresa no trabaja con nuestro banco, podríamos tardar hasta 48 horas en recibir el ingreso.
Aunque los micropréstamos nos pueden venir muy bien en momentos puntuales de falta de liquidez, siempre es conveniente usarlos de manera responsable, ya que de lo contrario podrían causarnos graves problemas de endeudamiento. En ese sentido, no es recomendable contratar micropréstamos de manera habitual, ya que por culpa de su precio elevado corremos el riesgo de acabar cayendo en el sobreendeudamiento. Asimismo, nunca debemos solicitar un mini crédito si no estamos seguros de poder devolverlo a tiempo. En caso de impago, la compañía nos aplicaría intereses y comisiones de demora que encarecerían notablemente el precio del producto y, además, incorporaría nuestros datos en una lista de morosos con ASNEF o RAI, lo que nos dificultaría el acceso a cualquier producto de financiación, micropréstamos incluidos.